El síndrome del nido vacío (“empty nest syndrome”) no es una condición clínica, pero si un sentimiento general de duelo o soledad que los padres pueden sentir cuando sus hijos se van de la casa a vivir por su cuenta por primera vez. Muchas veces los síntomas de esta condición pasan sin reconocerse, ya que mudarse de la casa de los padres es visto como algo sano y normal, pero para los padres esto puede resultar en depresión o falta de propósito.
Este tema habla de soledad y adaptación y está dirigido a parejas con hijos que ya salieron de la adolescencia.
Ustedes dirán: Pero qué tiene que ver inmigrar con eso? Se trata de un fenómeno que se ve sin haber emigrado!
Resulta que cuando la gente se muda a los países llamados desarrollados, el síndrome se presenta más temprano porque los hijos, al terminar el bachillerato, se van de la casa para empezar a hacer una vida independiente, pues usualmente van a la Universidad lejos de la casa de los padres. Además, en los países latinos el círculo de familiares y amigos de cada uno era grande y servía de “buffer” (amortiguador) para cuando llegaba ese momento, pero resulta que al emigrar, a pesar de que la familia es extensa, está desparramada por el mundo, igual que los amigos, y no se puede tener acceso a ellos con la misma facilidad.
Justamente hace unos días me encontré con una pareja, hijos de amigos míos, a los que yo considero todavía “niños”: sus hijos ya se fueron de la casa y no se pueden imaginar cómo les ha afectado!!! Además, por ser ellos inmigrantes relativamente recientes no se dieron cuenta de lo temprano en sus vidas que se iba a presentar esta situación y no pudieron prepararse adecuadamente. Esa reunión me dejó con los sentimientos “por el suelo”. Mi esposa y yo tan viejos o ellos tan jóvenes, pero ambos solos, sin el propósito de cuidar a nuestros hijos.
Revisando con ellos lo que estaban haciendo y lo que nosotros hicimos en su oportunidad, se me ocurrió la pregunta: ¿Qué se debería hacer?:
-Lo primero que me viene a la mente es que la pareja debe estar más unida y compenetrada que cualquier familia local, porque están menos acompañados y preparados, así que la presión sobre la pareja es mayor, hay más peleas, discusiones, reclamos, que ejercen una carga emocional mayor y se corre el riesgo de fractura en la pareja.
-Buscar sustituir la red de apoyo familiar y de amigos que teníamos con redes de apoyo locales que manejen este tema en reuniones de grupos de autoapoyo o seminarios sobre el tema. Esta modalidad la tenemos poco en nuestros países y no estamos acostumbrados a usarlos, pero son un buen sustituto.(Ejemplo http://empty-nest-syndrome.meetup.com/)
-Hablar con todo aquel que quiera oír por lo que estamos pasando. No hay que tener pena ni sentirse mal por hacerlo. No se pueden imaginar la cantidad de parejas que están en la misma situación y que están buscando un desahogo, y eso también va ayudar a incrementar nuestras redes sociales, que son pobres al inmigrar.
La Clínica Mayo, en Rochester Minnesota recomienda en estos casos:
-Aceptar el “timing” del hecho (no lamentar que fue más temprano que lo que uno lo hizo).
-Mantenerse en comunicación con su hijo (a).
-Buscar apoyo.
-Mantener una actitud positiva.